miércoles, 24 de noviembre de 2010

pitu masala

Retomo la palabra!!! Gracias Carmen por tus amables comentarios, siempre incisivos y chispeantes (NOTA: no le hagáis caso con lo de la mierda y los bichos, que no es para tanto)

PITU-XXX

Tras Vanarasi (y la agradable espera de 5 horas en la estación) nos vamos a… Kajuraho!!! Bien conocido por los amantes del arte porno. Es una ciudad pequeñija, pero con muuuuuchos templos decorados con muuuuuuchas estatuas, algunas de ellas más que picantes; vamos, que se puede aprender mucho...





ORCHHRA

Siguiente parada Orchha, que no se suele visitar y no se porqué, porque es la leche! Además, por el módico precio de 2000 rupias nos dieron una habitación más grande que la soluciones habitacionales de la Ministra de vivienda, en un ala del palacio del Maharaja. Estamos que nos salimos en las negociaciones!!! Ya manejamos el farol del “a que me voy” como maestros. Van las fotos de rigor…





Otra particularidad de este pueblo es el tamaño de las palomas… hay que echarles menudillos en vez de migas de pan.


BHOPAL

Esta ciudad me la salto, que es como Albacete en la India. Bueno, al menos esta es famosa por algo… por un vertido químico en los años ochenta que se cargó a nosecuanta gente. Ah! Y es famosa por sus abejas: esto es uno de los arcos de la mezquita principal; todos los demás tienen panales igualmente… no comments.




domingo, 21 de noviembre de 2010

Pitu Singh

CALCUTA

Y ahora!!!!!!!!!! Cambio de tercio ; dejamos a vuestro narrador preferido “Jorge Santos”….(que me pasa el testigo), para seguir contando nuestro “trepidante” viaje…………

Tras Siliguri ………………….nos vamos a Kalkota…Kolkata o para los simples spanish Calcuta….nos esperábamos lo peor y no fue así . Comenzamos visitando El “ROYAL VICTORIA MEMORIAL”, y posteriormente todos los edificios y calles legados por los Ingleses en su “provechosa” estancia por estos lares; en todo momento cabe pensar que estas en cualquier ciudad inglesa, las aceras, la iluminación y los edificios de cierta parte de Kolkata son réplica exacta de la vida en Inglaterra, todo ello aderezado por un ejército de taxis amarillos que , a diferencia del país de la reina
Victoria
,te cobran lo que les apetece y viene en gana …………….

Tras una típica comida India en el pizza hut (donde hay un portero a lo Rizt y un ejército de diez mil camareros a tu servicio) , nos acercamos a visitar una de las atracciones de esta ciudad , que solo en contadas ocasiones se puede contemplar : ”El mercado de las flores”, allí nos llevó un extraño hombrecillo que como siempre nos sacó unas rupis….este mercado a pesar de ser colorido y bullicioso resultó una auténtica pesadilla,,,gente apelotonada ,caos, suciedad , en fin ,un primer contacto con una India un poco más ruda que la que habíamos podido disfrutar días anteriores.

También visitamos el centro de la madre Teresa de Calcuta donde esperábamos miseria, enfermedad y caos, pero gracias a Dios! no fue así .La parte del hospital que pudimos visitar estaba muy bien cuidada y en buena lógica no te dejan entrar en las zonas que harían las delicias de curiosos y morbosos ….

………………….ya dábamos por terminada nuestra estancia en Kolkata cuando tachammmmmmmmm ¡!!!!!!!!!!!!!!!!una extraña Canadiense nos recomienda visitar el templo de Kali…..si !habéis oído bien KALI!…………………. Y quién ye KAli?????????????pueesssssss…. es una diosa buena/mala que anda por aquí… es la mejor ! es muy sanguinolienta, y siempre lleva en sus brazos calaveras , cabezucas cortadas y armas blancas ,que hacen las delicias de niños y mayores……………

Nos plantamos por tanto en el templo de Kali( donde no puedes sacar fotografías of course ) , pero siempre quedará en nuestra memoria y en la de todos vosotros (gracias a esta magnífica narración) el momento en que vemos sacrificar sistemáticamente a un montón de inocentes cabritillas .Una tras otra eran desprendidas de su tierna cabecilla, y sin piedad!, eran lanzadas vísceras , pezuñas, sangres varias ,y las susodichas cabecillas a una zona de descuartizamiento, ,,,,,cercana a esa zona te descalzabas y subías a ver los ojos de Kali (que era el objetivo final de todo este aquelarre).Esto no resultaba tarea fácil ,ya que la gente se agolpaba brutalmente frente a la pelotilla con ojos , KALI, y tenías que pagar unas rupias para que se apartasen y por fin poder contemplar sus ojillos maledicentes.

En fin que esto de la religión Hindú además de ser muy complicada de entender es un tanto morbosilla…………….

Fotos






VARANASI

Tras pasar otra noche en un tren categoría sleeper, llegamos a Varnasi territorio tuc tuc sin ley,,,,,,,,,,,,nos engañaron , nos marearon y finamente nos cabrearon,,,,,,que pesadez de gente!!!...en fin,,,,,,,,,,,,,,,, nos alojamos en un hotelillo frente al Ganges, y de ahí a ver lo típico de lo típico de Varanasi…..cremaciones nocturnas, baños diurnos,,,cremaciones diurnas,y festivales nocturnos, todo todo en el Ganges…..¿qué decir de este sagrado río que vosotros no sepáis???????????pues……pues……que está asqueroso!...la gente lanza ahí de todo…una gran preocupación cuando vas con la típica barca , es que no te salte ni una gota de agua….nuestra frase era …” si caigo al Ganges por favor ,,,,mátame!”……

Varanasi , tiene otras cualidades que la adornan, sus callejuelas y su caótico tráfico ..Era una tarea más que compleja el poderse mover por ese caos circulatorio y dudosamente higiénico….en fin todo lleno de cagarrutas de vaca , y perros sarnosos, no es que no nos gustase la ciudad, pero es cierto que yo me esperaba otra cosa ,así como Kolkata fue un descubrimiento , Varanasi se convirtió en una pequeña y cutre decepción.

Eso si! También hubo momento templo en el cual hubo momento hinduismo !,,,,aconteció lo siguiente: nos decidimos a visitar el templo Dorado,o de Vishwanath, situado en la parte antigua de Varanasi (no sé muy bien si hay parte nueva), allí se puede venerar a Visnu, y más concretamente una de sus representaciones el “ falo negro” (o pene negro),,,pues bien, en esta ciudad no es raro encontrar un pequeño altar que conmemora esta “simpática figurilla”, pero el templo …el TEMPLO ye lo más!.......la gente se arremolina entorno al susodicho “falo” y comienza a besuquearlo y toquetearlo…la policía tiene que ir desalojando a cachiporrazos la zona donde se encuentra protegido el “susodicho”ya que la gente se agolpa descontrolada para poder tocar de cerca a la graciosa y chispeante figurilla …….incluso hemos sido testigos de como una madre sujetaba a su hijo de los pies para que este besara el precioso órgano de Visnu,,,,,

En fins……..no comment……en los templos no se pueden sacar fotos así que ha de valer con nuestro testimonio ………………. para rematar Varanasi, tuvimos que esperar seis horas por la noche a que llegara nuestro tren,,,,que bonitas son las estaciones Indias…..

Nota : cuando escribo esta historieta estamos esperando a otro tren que llega cinco horas retrasado…….aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Fotos:





Esta familia feliz casi se la pega con un tuc-tuc 2 segundos después de hacerles la foto (fijaos lo pendiente del tráfico que va el protector papi)



Y eso es todo, amigos!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Solos…......

Toya, Ignacio y Vanesa nos abandonan… snif! Los supervivientes, Carmen y el escribidor nos vamos de safari al Parque Nacional de Chitwan, pegado a la frontera con India. Allí vimos de todo! Tigres asesinos, rinocerontes con muy mala leche, cocodrilos del tamaño de un trolebús… Bueeeeno, bueno, bueno, una barbaridad. Que porqué no pongo fotos de todos estos bichos? eeemmm… pues… había poca luz… la tensión del momento… Bueno vale, Chitan es una mierda, no vimos más que pájaros, monos y cocodrilos de bolsillo. De los tigres y rinocerontes que nos prometieron, con suerte se ven las cagarrutas. Además, te enseñan un centro de recuperación de elefantes que es para echarse a llorar, con los pobres bichos encadenados a postes. Claro, que por 70 $ 3 días y dos noches todo incluido, tampoco se puede exigir mucho más.

Lo más divertido fue cuando, al empezar un trekking (paseo es un término más exacto) por la selva, nos explican que hacer caso de encontrarnos con un tigre (no darle la espalda; y no, no son gays), un rinoceronte (súbete a un árbol resistente), un oso (pégale un tiro)… Y claro, dado que te internas en la selva hora y media, junto con otros grupos de pringaos como tu… da mucha risa. Luego por la tarde se hace otro trekking en elefante [sic], y aquí si que se ven muchos animales (otros elefantes con sus correspondientes gilís encima).

Otro momento estelar fue cuando, de noche, en una cabaña en “medio de” la selva, muy atentos a los ruidos de a los ruidos de “animales”, nuestro guía nos intenta convencer de que el ruido de una moto a lo lejos (así de internados estábamos into the wild) es un rinoceronte!!!

En fin, un timo. Menos mal que nos daban estupendamente de comer, y conocimos a unas guiris mu majas. PS Los elefantes son incomodísimos.






Tras esta bonita aventura, nos vamos pa Katmandu!!! Otra vez al Hotel Anapurna (como mola ser rico…), aunque luego, por consejo de nuestro asesor financiero, nos cambiamos a otro hotel muy chulo en Tanem. Nuevo fracaso al vender las bicis, así que las mandamos para España. Y el resto del tiempo, de turisteo en moto:

Baktapur…




La mega-gompa …

Avioncete para Badraphur (o algo así), y en taxi hasta Siliguri, que sigue siendo igual de feo pero oh sorpresa! recuperamos nuestras cosas (entre ellas el ordenador con el que escribo). Os ahorro fotos de Siliguri (en realidad creo que ni hicimos). Próxima parada, Calcuta! (Kolkata).

domingo, 7 de noviembre de 2010

El pitu sobre (dos) ruedas, round two!

Como a algunos os mola y a mí también me gusta contarlo, os hago la crónica de nuestro viaje de este mes de octubre. Como algunos sabéis, nuestro objetivo era ir en bicicleta a Sikkim, un estado al norte de la India, y al este de Nepal. La primera parte era un poco más conocida por ciclistas, de la segunda no habíamos encontrado referencias previas. El viaje ha sido un poco complejo en gestiones, climatología, pérdidas de bicicletas, lluvias, barro, fronteras cerradas,... No hemos podido hacer la segunda parte del viaje, por dificultades con el tiempo, pero sí la primera, aunque sobre todo, el objetivo principal, que era pasarlo bien, lo hemos conseguido con creces.

La ruta prevista usaba como punto de referencia Darjeeling. Desde aquí haríamos un circuito por Sikkim, parte oeste y norte. Tras este circuito, de nuevo en Darjeeling, la idea era pasar a Nepal y llegar a Kathmandú por las carreteras o pistas más al norte posibles. Hemos ido cinco personas: Toya, Carmen, Vanesa, Jorge y un servidor. Aunque nos vimos un par de horas en Siliguri, en realidad nos juntamos todos en Darjeeling. Vanesa, Toya y yo, salimos en un vuelo posterior, por eso solo se perdieron nuestras bicicletas, que tras dos días de incertidumbre, nos alcanzaron en Siliguri.

Salir de Darjeeling en bici, es uno de los momentos más emocionantes de todos los viajes que haya podido hacer, con o sin bicicleta. Bajar casi dos mil metros hasta la frontera de Sikkim, un placer difícil de describir: las banderas de rezos budistas, el Himalaya frente a nosotros, los saludos de las mujeres con los cestos en la espalda recogiendo las hojas en los 'jardines de té', un tiempo perfecto, una naturaleza exuberante, y casi un mes por delante. Llegar a Sikkim (es una especie de Andorra del Himalaya) es como entrar en un reino prohibido, con un colorido arco de bienvenida en la frontera, que luego con los días comprobamos es una costumbre en muchos pueblos del pequeño estado.


Como dicen por ahí, de donde se saca y no se mete, el fondo se ve, o dicho de otra manera, si bajamos dos mil metros, pues habrá que empezar a subir alguna vez ¿no? Pues sí, el Himalaya tiene mucha cuesta, y el segundo día nos enteramos muy bien, ochocientos metros de desnivel, con una pendiente media del 12% y con picos de 24%, y sino que se lo digan a Vanesa, que se le dio la vuelta a la bicicleta en el último repecho. Aquí ya se definió el pelotón, Vanesa y Jorge formaron el partido radical, Carmen y servidor el partido moderado, y Toya Los Verdes. No sabíamos en este momento que ésta sería la peor cuesta de todo el viaje, así que pensamos que nos habíamos equivocado de viaje, y en vez de bici igual deberíamos haber traído el material de escalada. La realidad luego fue mucho más benigna. Muchos de los pueblos y ciudades en Sikkim, están en la parte alta de las montañas, en las laderas y en los collados principales, así, aunque efectivamente hay que subir hasta ellos, y suele haber un cuestonako importante (nunca como el del segundo día) una vez alcanzada cierta altura, la carretera se hace muy horizontal, y el camino se hace muy fácil. Se pedalea como en un balcón sobre profundos valles, mantenido la cota, o subiendo y bajando algunos cientos de metros pero con pendientes moderadas. Otro truco para manejar bien el tema de las cuestas es coger 'remontes' en puntos estratégicos... Un remonte suele tener forma de todo terreno, con una buena (o mala) baca. Quizás los números os dan una visión más objetiva: hemos ciclado unos 16000 metros de desnivel cuesta arriba, pero hemos bajado 25000 metros, el Himalaya tiene cuesta, sí, pero también hacia abajo. En distancia hemos hecho alrededor de 600 Km, tenemos que revisar los cuenta kilómetros aún.






Los cuatro primeros días por Sikkim, fueron geniales, con la única salvedad del robo de la bicicleta de Carmen de la recepción del hotel de Rabangla. Aunque al final apareció, se la había llevado un chaval al que la madre le calzó una buena manta de... nos hizo perder una mañana, con la consiguiente angustia durante la noche previa y hasta que apareció. La historia de su recuperación, quizás merecería una crónica específica, pues la clave para su localización, eso dice la mujer que la encontró, fue un futurólogo, que solo con el nombre de Carmen, dió pistas para la búsqueda de la bici. El caso es que tras pasar un par de horas en la comisaría y pedir que el tema no tuviera consecuencias para el chico, salimos de Ravangla a disfrutar de los casi 2000 metros de bajada de rigor.

Gantok, capital de Sikkim. Tenemos que contratar una agencia para que nos lleven a zonas en las que no nos dejan ir solos. En realidad creo que si podíamos, pero la necesidad de un coche de apoyo para ciertos 'remontes', la obtención de permisos en sábado que estaba 'cerrado', nos hizo contratar un coche y a Naone, un Sikkiniano muy majo, con cara de dibujo manga japonés, al que le hicimos la vida imposible entre nuestras bromas y la insistencia de usar la bici en distintos tramos. Aquí tuvimos nuestra primera decepción, pues uno de nuestros objetivos era subir a un lago que se encontraba en el llamado plateau tibetano (dentro de Sikkim) a 5000 metros, pero había que pedir un permiso con tres meses de antelación que por supuesto no teníamos. El tiempo además no terminaba de ser bueno, el buen día de la primera etapa, no lo habíamos vuelto a ver. A pesar de estar en las faldas del Kanchejunga (tercer 8000 en el ranking de altura), no había manera de verlo, todas las noches caían lluvias muy intensas, y por el día, muchas nubes. Bueno, estamos de vacaciones y el buen humor no falta. Siguiendo nuestra costumbre, enlazamos tres días seguidos de bajada, más de 3000 metros en unos 150 kilómetros, llegando de nuevo a Shintang, desde el cual, en 'remonte', subimos de nuevo a Darjeeling.

Viva el retraso del monzón!!! Lluvia constante, vadeos de medio metro, un chollo!


Naone...


Darjeeling mola, una ciudad colgada en la montaña, fundada por los ingleses (creo), en la que algunos edificios recuerdan a rincones de Escocia, con su tren de juguete, su monasterio budista flipante, su mercado, con la vista (cuando se vea) del Kanchejunga,....

Un pequeño contratiempo en las carreteras de Sikkim: corrimiento de tierra



Por cierto, en Sikkim han descubierto la verdadera causa de los accidentes de tráfico; "No cotillees. Déjale conducir"

Salimos de nuevo de Darjeeling, vamos a Nepal, mola un montón. Vamos por una de esas carreteras-balcón, manteniendo la cota, con unas vistas espectaculares. A nuestra derecha todo el Himalaya, a nuestra izquierda, 2000 metros por debajo, el Deccan, la India entera, plana como un cristal. Llegamos a la frontera, con intención de dormir al otro lado, a unos 10 Km, pero la frontera solo permite el paso de indios y nepalíes. No nos achicamos y sacamos nuestra mejor baza para las negociaciones difíciles: la sonrisa de Vanesa. Todas las estrategias usadas son inútiles: 'But we are not normal tourists, we are bikers', 'This man is in bad medical conditions, she is a doctor' (refiriéndose a un pequeño arañazo en mi rodilla y a Toya que es médico),... en resumen, para llegar al pueblo nepalí que estaba a 11 Km de distancia, tuvimos que hacer una vuelta de más de 100 Km, con una etapa nocturna preciosa, algo peligrosa pero preciosa, y otra de las mejores etapas que recordamos, bajando al dichoso Deccan, y pedaleando entre campos verdes, multitudes de ricshaws, gente por doquier, vacas,...

Estamos en Nepal, dormimos en uno de los peores sitios que he dormido en mi vida, pero los chavales que lo llevan son muy majos, eso sí. Venga vamos para Ilam... vaya mierda Ilam. Los chavales parecen sacados de una película de la mafia de los barrios bajos de Hong Kong, tenemos un pequeño lío con ellos (nos asustamos un poco), pero no llega la sangre al río, y nos 'remontan' a Phiding, donde empieza la parte más desconocida del viaje. Sigue lloviendo mucho por las noches, dicen que el calentamiento global hace que el monzón se retrase,... vaya usted a saber.

Salimos de Phidding, vamos a empezar a enlazar las pistas que nos deben llevar hasta Kathmandú, o al menos en esa dirección, pues está un poco más lejos de lo imaginado. La pista está impracticable. Se trata de un barrizal arcilloso, naranja, de ese que se pega a la bici, colapsa los cambios,... ¿qué hacemos? Nos quedan 10 ó 11 días para llegar a Kathmandú. Avanzamos un kilómetro, todo es igual. A lo lejos, se intuye que es igual ¿y sino? Según el mapa, hay más de 100 km hasta una carretera asfaltada. Si seguimos, empujando la bici, nos podemos meter en pocas horas en un pastel de cuidado, que nos obligue dar la vuelta, eso si no se rompe alguna bici antes, podemos perder el día intentando avanzar, pero sino se puede, luego habrá que perder otro en volver,... Estamos en un lugar que la única opción es seguir por esa pista o volver hasta el mismo Deccan, para rodear esta parte, con el peligro de volver a encontrar el mismo problema más adelante. Tras algunas discusiones, decidimos que hay que aprovechar los días que nos quedan de alguna manera, pues perder aquí dos o tres significa que luego no tenderemos días para casi nada. Nos vamos a Kathmandú.

Tras siete horas de autobús, estamos de nuevo en el llano. Los regalos de los viajes aparecen cuando menos lo esperas, y en esta noche cerrada, sin luces, ciclamos por una carretera oscura flanqueada por miles de luciérnagas volantes, es absolutamente mágico. 3:30 de la mañana, arriba, hay que coger el autobús de Kathmandú. Catorce horas después (sí, catorce) llegamos a Kathmandú, nos merecemos un capricho: Hotel Annapurna.


Mola un montón andar en bici por Kathmandú, especialmente por la noche, entre el caos de gente, de bicicletas, de motos, por entre los templos iluminados. No tenía ni idea que me iba a parecer tan bonita, en particular la parte de los templos y las calles aledañas. Permisos, más permisos, embajadas,... vámonos de aquí, vámonos a ver el Annapurna y el Dhaulaguiri, a recordar la historia de los franceses y su asedio a ambas montañas. Llegamos a Pokhara en coche, y desde aquí vamos hasta Mutinak en bici (bueno el último tramo en coche también). De nuevo tenemos cinco días seguidos de bicicleta, pasamos de los 1000 metros de Pokhara hasta los 3700 de Mutinak, con su templo que rebautizamos el templo de la risa, porque mucha gente se lo pasaba muy bien, y entre ellos nosotros (¿tendremos mal de altura?). De nuevo bajadas y bajadas.






De nuevo en Pokhara, intentamos vender las bicis (todas menos la mía, que la tengo mucho cariño) el negocio está cerrado, pero la imposibilidad de conseguir el dinero en euros o dólares, da al traste con el asunto. Toda la tarde perdida, empaquetamos a las tantas de la noche, pues mañana Vanesa, Toya y yo salimos en avión para Kathmandú, Carmen y Jorge se van de safari, no tienen prisa, pues siguen por ahí hasta navidad. La bici de Toya está en las últimas, este viaje ha sido demasiado para ella, y no merece la pena traerla de nuevo a casa, así que por uno más que módica suma, se la queda la dueña del hotel.

Y esto ha sido nuestro viaje, lo mejor, las risas diarias, la facilísima convivencia, algunas etapas, vivir como un vagabundo,... un, dos, tres, despierto.

Gracias maño! Hasta aquí Ignacio. El próximo capítulo ya estaremos solos Carmen y yo, de piruleo por Katmandu y más tarde, India. Pero eso será en el próximo tren, que ya estamos casi en Varanasi!