martes, 19 de febrero de 2008

California con el colesterol a mil

Cuando ya nos habíamos aprendido hasta el último callejón de San Francisco, nos lanzamos a recorrer el interior de California. Tras la experiencia de Yosemite, decidimos que ir a Yelowstone en invierno iba a ser un fracaso, así que tiramos de Toyota Corolla y cruzamos California.

Primera etapa: Lake Tahoe. Está rodeado de estaciones de esquí baratísimas: 70$ dólares al día de media. Así que, para no destrozar nuestro presupuesto para Asia, nos limitamos a ver paisajes y comernos una pizza.


Y luego recorrimos el Gold Country, viendo un poco de todo:

Buscadores de oro gigantes…

Minas abandonadas (y restauradas)…

Poblados indios arrasados (y restauradas)…


Nosequé historias de los pioneros…

(es un molino, me soplan)

Cuevas…


Árboles gigantes (Secuoyas)…

Y muchos, muchos animalillos!!!

(no me preguntéis que hacen estas llamas en América del Norte)

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Y hasta un gorila ligón…


Y con esto y una (otra) hamburguesa, se acabó América y saltamos el Pacífico! La siguiente entrega será desde Asia. Ah si! lo del empacho… pues eso, que resulta que no se puede comer comida hipergrasienta indefinidamente, que el cuerpo se acaba quejando! Una noche tuvimos que cambiar la cena por unas copas de ron con coca-cola, y al día siguiente comernos una ensalada (con queso azul, eso si). Pero con eso ya quedamos otra vez en plena forma, y ese mismo día ya cenamos pizza…

domingo, 17 de febrero de 2008

Por las calles de San Francisco...

Lo de ir de burdel en burdel era broma, claro (nótese que este blog también lo puede leer la familia…). San Francisco es una pasada. Tanto que al final nos pasamos allí cinco días, en lugar de dos como pensábamos. Y es que hay mucho que ver allí…

El Bay Bridge, bastante mayor que el Golden Gate, pero como no lo pinaron de rojo…

(Nótese el mensaje de precampaña en forma de gaviota del PP)

Leones marinos en el puerto!!! Este es el barrio conocido como Fisher’s Dwarf (o algo así)

China Town…

USS Pampanito (quien le pondría el nombre…). Un submarino de la 2ª guerra mundial. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción (y Carmen mientras de compras; si es que las mujeres no tienen valores…)

El Golden Gate al anochecer…

Alcatraz

Tea Garden (atraco de 4 dólares en la entrada incluido)


Vista desde el otro lado de la bahía, tras cruzar el Golden Gate

Y un montón de sitios más, pero es que es un rollo esto de subir fotos en el Glooger: un acuario con tiburones, la calle con más curvas del mundo, un mapache a la entrada de nuestro hotel! Bisontes en el Golden Gate Park (un día de estos hacemos un especial animalillos, que en USA estamos viendo muchos) y hasta un museo de arte moderno!!! (de esto no tengo fotos, así que no aspiro a que nadie me crea)

Siguiente entrega: intoxicación por sobredosis de hamburguesas (tranquilos, que hemos sobrevivido, aunque con secuelas en forma de michelines extra)

miércoles, 13 de febrero de 2008

El pitu sigue recorriendo Arizona…

Tras el arrollador éxito de “El pitu recorre Arizona”, aquí llega la tan esperada (y no desmerecedora) secuela. Como comentaba en la anterior entrada, el tiempo mejoró, y aprovechamos para desquitarnos de los anteriores fracasos.

Después de [volver a] ver el cráter del meteorito, pudimos, esta vez si, visitar el Walnut Canyon National Monument. Aunque la verdad, nos lo podíamos haber ahorrado (prueba de ello es que no hicimos fotos).

Y después recuperé mi cámara (OEEEEEEH!!!!!!) porque volvimos al bosque petrificado y al desierto pintado. Por si a alguien le interesa, así es la madera petrificada:

El desierto pintado debe de estar muy bien, con muchos colores y todo eso (de ahí su nombre, digo yo…); lo malo es que ahora está pintado de blanco (por la nieve, se entiende), y cuesta distinguirlo de los Monegros después de una nevada:

Por cierto, seguimos luchando por la subvención de Honda…

Y luego, camino del segundo asalto al Gran Cañón… ¡otro museo de avioncitos!

Y de coches antiguos, pero estos impresionan menos y no pondré fotos.

Un arranque nacionalsocialista de Carmen…

(es un Messermitch 109)

Y por fin, regresamos triunfantes al Gran Cañón, esta vez con tiempo despejado:





¿Que como hemos podido hacer las tres primeras fotos? Respuesta: arruinándonos un poco más de la cuenta:

Carmen insiste en que ponga estas fotos mías. Para aplacar a mis admiradoras, dice:


Ya, ya se que me queda espantosa; prometo afeitarme la barba en cuanto lleguemos a Asia.

Y con esto y otra hamburguesa, se acaba Arizona. Luego volvimos a las Vegas, pasando allí otra noche de luces y casinos, pero sin picar esta vez en las copas minúsculas de Bacardi blanco con coca-cola de grifo a precio de Jack Daniels en las rocas.

Y como vuelvo a ir con retraso en la actualización del blog, ya puedo anunciar el contenido de la siguiente entrega: de burdel en burdel por San Francisco!

domingo, 10 de febrero de 2008

El pitu recorre Arizona...

Tras la locura de Las Vegas, la austeridad del desierto… eso si, con nuestro humilde utilitario:

Esto es lo que te alquilan aquí como “Economic class”; sin comentarios…

Arizona presume de ser el estado del Gran Cañón, así que decidimos, en un arranque de originalidad, ir a ver el Gran Cañón. Con lo que no habíamos contado es con que un temporal de nieve y frío había tomado al mismo tiempo esa misma decisión, así que la cosa se puso más complicada de la cuenta. Aún así, pudimos ver el cañón (im-pre-sio-nan-te), pero al final del primer día allí, solo se veía niebla cuando te asomabas. Así que optamos por terminar de ver el cañón en una película IMAX (altamente recomendable) y nos largamos para seguir recorriendo Arizona por la mítica ruta 66.

Siguiente etapa, Flagstaff meteorite crater (un cráter enorme provocado por un meteorito un poco menos enorme): tras empaparnos de conocimiento en el museo interactivo, esto es lo que se veía del famoso cráter:

Siguiente etapa, Walnut Canyon National Monument: carretera cerrada por la nieve.

Siguiente etapa, Petrified Forset National Monument and Painted Desert National Monument: carretera cerrada por la nieve, salvo la entrada al museo (donde nos pusieron otra película, para compensar). Y además, me dejé la cámara de fotos!

Tranquilos, que la cosa luego mejora. Los siguientes días, dejó de nevar y salió el sol, bieeeen!!!

Siguiente etapa, Cheny Canyon National Monument. Aquí ya hemos entrado en la reserva de los indios Navajo, que desde el principio nos cayeron mal porque tienen prohibido el alcohol en todo su territorio. Y no llevan plumas, ni tiran flechas; en realidad, conducen todoterrenos enormes, y comen hamburguesas como los demás estadounidenses.

El cañón no es tan impresionante como el del colorado, pero está lleno de ruinas de los indios anteriores a los Navajo (Anasazi y Pueblo; me acuerdo de los nombres, para que veáis que también hacemos turismo cultural). Van un par de fotos:

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(recuérdese que me olvidé de la cámara en la anterior etapa)

Siguiente etapa, Monumental Valley Nacional Monment. ¿Quién ha visto esto en alguna película? Lamento la calidad de las fotos, pero claro, no están hechas por mi super cámara de chorrocientos kilopixels (ni por mi mano experta, la mayoría).



Y para optar a una subvención de Honda…


Siguiente etapa, Flagstaff meteorite crater. Anda!!! Si aquí ya habíamos estado! Si, cierto. Es que volvimos a por mi cámara y ya de paso… Este es el cráter, ahora si:

Que largo y que rollo se está haciendo lo de Arizona… se suspende el relato del recorrido por Arizona hasta nuevo aviso.

Solo una cosa más: va una demostración fehaciente de que nuestra convivencia aún sigue siendo jovial y desenfadada, cuando ya nos acercamos al ecuador de nuestro viaje:

domingo, 3 de febrero de 2008

Living la vida loca (en Las Vegas, claro)

Menudo sitio… ¿cómo describirlo? No creo que se pueda, así que hay van unas cuantas fotos:



Esto es lo que más me gustó a mi (como buen informático): una pantalla gigante que cubre toda una calle y te ponen una animación chulísima de marcianos (los malos) y pilotos espaciales yankis (los buenos) que al final se cargan a los pobres marcianos (estos gringos no tienen arreglo)

Por cierto, no perdimos nada en los casinos porque… ¡no jugamos nada! (eso si, un camarero cabrón nos sopló 18 $ por dos copas minúsculas de Bacardi blanco con coca-cola de grifo) Pero a la vuelta lo arreglamos: si perdemos el dinero presupuestado para el viaje, allí nos vemos en unos pocos días.

Saliendo de las Vegas en dirección al Cañón del Colorado, nos encontramos con esto: La Hoover Dam; no se si será la presa más alta del mundo, pero no debe andar lejos.