A Ushuaia veníamos con una misión principal: ver pingüinos y focas. Y los vimos, vaya si los vimos. Los leones marinos son una pasada! Lo único malo es que solo se pueden ver desde un barquito más antiguo que el de Chanquete (y además huelen a truenos). Pero mirar que pasada!
También vimos una ballena extraviada por el canal de Beagle, pero… hay! No me dio tiempo a sacarle una foto.
Y luego los pingüinillos… ¡me he enamorao! Son una pasada… nos pasamos la excursión luchando con la tentación de coger uno y esconderlo en la mochila para llevárnoslo. Y las crías… así, recubiertas de pelusilla suave… son como peluches!
Del resto de días en Ushuaia… poca cosa interesante. Nos ha dado una especie de “vagancia austral” que nos hace dormir hasta las doce. Y tampoco ayudan los mojitos que ponen en el Dublín (el pub irlandés que no falta ni en el culo del mundo).
Bueno… se puede mencionar como evento destacable que Carmen se hizo la manicura, la pedicura y además se dio un masaje (como viven algunos…)
3 comentarios:
Ayy chica, tu di que sí cuidate que con tanto ajetreo una se jode los pies, y cuidate el cutis, date cremita y eso...
Ayy chica, tu di que sí cuidate que con tanto ajetreo una se jode los pies, y cuidate el cutis, date cremita y eso...
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